Durante nuestro viaje por Rusia, debíamos ir a Novosibirsk para tomar el Transiberiano hasta Irkoutsk. Si, como nosotros, llegas en autobús a esta ciudad, quedarás sorprendido por la estación de autobuses, absolutamente horrible y de atmósfera pesada. Habituada a Rusia, ¡no me esperaba eso! Polvo por todas partes, gente que grita por todas partes, coches por todas partes, comencé a desarrollar un sentimiento de agorafobia que no me abandonó durante mi estancia de un día en la capital de Siberia.
Excepto por la estación, muy colorida como la mayoría de las estaciones en Rusia, no encontrarás nada muy espléndido aquí. Salvo ¡si eres un admirador de la arquitectura soviética! ¡En ese caso, no te sentirás decepcionado! Con edificios que asemejan grandes bloques de hormigón apilados los unos al lado de los otros, o incluso con enormes estatuas en honor de Lenin o de los héroes de la Gran Guerra Patriótica (la Segunda Guerra Mundial, así llamada en Rusia), el gris domina en esta ciudad.
Sin embargo, las actividades culturales no descansan en la capital de Siberia. Si no te gusta tu estancia en Novosibirsk, siempre podrás disfrutar de hacer un recorrido por los numerosos museos.
Si bien el ordenamient urbano no es moderno ni extravagante, Novosibirsk ofrece muchos activos culturales como la ópera o el ballet, artes visuales y artesanía siberiana. Por último, el Museo del Sol, único en el mundo, se encuentra en las afueras.
Reviví las mismas sensaciones que en Ekaterinburgo, como sintiéndome dentro de un mundo distinto donde me era imposible descifrar las señales. ¡Por encima de todo, la grandeza! La plaza de Lenin está ahí para recordarlo. Creo que hay más espacio en Ekaterimburgo; es más moderna y llena de torres de edificios. Durante el verano, los rusos no dudan en absoluto en darse un baño en el río Obi.
Me hubiera encantado tener más tiempo para hacer una excursión de un día a Akademgorodok con sus diferentes museos, incluyendo los caminos del ferrocarril al oeste de Siberia, al aire libre. A buen seguro, esto será algo que haré en mi próximo viaje a Rusia.