
He podido comprobar que, a menudo, referirse a China significa hablar de sus gigantescas megalópolis. Cuando uno piensa en China, enseguida se le vienen a la cabeza las ciudades de Shanghái, Pekín o Hong Kong, sin embargo, el país cuenta con numerosos parajes naturales absolutamente hermosos que son totalmente desconocidos para la gran mayoría de gente. Yangshuo es uno de esos lugares, se trata de una localidad muy accesible que cuenta con paisajes realmente asombrosos. Esta pequeña ciudad es un destino muy apreciado por los chinos, que la visitan con frecuencia, pero ni siquiera las grandes masas de turistas chinos llegan a colapsar este lugar, ya que sus paisajes se extienden a lo largo y ancho de una región realmente amplia.
En Yangshuo hicimos uso de todos los medios de locomoción posibles e imaginables para recorrer la región.
Para empezar, la bicicleta, con la que comenzamos nuestro paseo por el campo a lo largo de tranquilas carreteras rodeadas de paisajes kársticos. Son pocas las personas que abandonan la carretera principal, por lo que descubrimos paisajes increíbles recorriendo los caminos secundarios sin cruzarnos prácticamente con nadie. ¡Llevar niños pequeños no supone un problema, ya que se pueden alquilar bicicletas con sillitas para niño hechas de bambú!
Después, nos montamos en una balsa para descender el río Yulong, en el que una procesión de pequeñas embarcaciones nos permitió disfrutar de una hora y media de relax rodeados por unos paisajes de una belleza única, ¿qué más se puede pedir? Mucho cuidado porque a lo largo del camino te puedes llevar algún que otro susto debido a los cambios de nivel...
El duro ascenso hasta Moon Hill puso a prueba nuestras piernas (en China hacer senderismo es sinónimo de subir y bajar escaleras), pero las vistas desde la cima merecen cada gota de sudor derramada. Además, es el único lugar relativamente accesible desde el que poder gozar de unas buenas vistas desde las alturas.
Optamos por una embarcación privada a motor para descubrir el río Li, ya que decidimos evitar la zona más turística, comprendida entre Yangdi y Xingping, muy conocida por ser la imagen que aparece impresa en los billetes de 10 yuanes. ¡Hicimos el recorrido desde Yangshuo hasta Puyi y no había ni un alma alrededor!
Por último, nos montamos en un tuk-tuk para ir a un restaurante y en un coche para llegar hasta Guilin conduciendo por la autopista más bonita que he conocido en toda mi vida. ¡La carretera atraviesa un paisaje hermosísimo de formaciones kársticas!
No nos detuvimos demasiado tiempo en la ciudad de Yangshuo, demasiada gente, demasiado ruido... Pero hicimos una excepción para disfrutar de una de las citas obligadas de Yangshuo: el espectáculo Impression Sanjie Liu .
Este espectáculo es obra de Zhang Yimou, un director de cine conocido, entre otras cosas, por ser el autor de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008. Se trata de un espectáculo hecho a imagen y semejanza de China, a lo grande, ya que cuenta con más de 600 figurantes. En él se narra la historia de una joven mujer que tiene una voz tan hermosa que un noble decide secuestrarla para casarse con ella. Finalmente consigue escaparse con la ayuda de los amigos de un aldeano pobre del que está enamorada. ¡Bien está lo que bien acaba! Pero es la segunda historia la que tiene una puesta en escena realmente alucinante: ¡montañas iluminadas, canciones tradicionales y un espectáculo realizado en el agua con un precioso escenario en movimiento! Lo recomiendo fervientemente.
Tras nuestra visita a Yangshuo tomamos rumbo al norte de Guilin, a los arrozales de Espinazo del Dragón. Pero esa historia ya la contaré en otro momento...