La isla está rodeada de playas maravillosas llenas de palmeras y de baobabs (algunos de estos árboles pueden tener varios cientos de años de antigüedad).
La bahía cerrada de Nosy Kisimany, formada por un cráter de origen volcánico, es un lugar de paso para los cruceros que recorren las islas del archipiélago de Nosy Be. Las aguas cercanas a la isla son particularmente ricas y no es raro ver delfines nadando en ellas. Gracias a la configuración de la bahía es posible darse un baño en estas aguas casi desprovistas de corriente y observar los fondos marinos plagados de corales. ¡Perfecto para los amantes del descanso, el buceo y el snorkeling!
Cada año un dhow (tradicional embarcación a vela) llegado de Zanzíbar atraca en el pueblo para abastecerse de aceite de tiburón antes de reanudar su viaje.