Marruecos, un país de contrastes, ofrece variaciones significativas en el clima entre las diferentes estaciones. Agosto se caracteriza por ser uno de los meses más calurosos del año, especialmente en ciudades del interior, como Marrakech y Fez, donde las temperaturas pueden superar los 40 grados. Sin embargo, en las ciudades costeras como Tánger o Casablanca, las temperaturas son más frescas, oscilando usualmente entre los 20 y los 30 grados, gracias a la influencia del océano Atlántico.
Por otro lado, durante el invierno, en meses como noviembre, diciembre o enero, las condiciones climáticas son generalmente más suaves, aunque pueden presentarse vientos cálidos provenientes de las áreas internas que elevaran la temperatura. En las regiones montañosas del Rif y del Atlas, las temperaturas pueden ser bastante frías durante esta temporada.
Las estaciones de primavera y otoño (en meses como abril, junio u octubre) representan un equilibrio ideal con temperaturas más templadas y agradables en todo el país. Sin embargo, las condiciones climáticas pueden variar siempre dependiendo de la región.