¡Esta ciudad es una maravilla absoluta! ¡Marrakech bulle de ruido, colores, olores y experiencias nuevas! Primer consejo para nada más llegar: piérdete, lánzate al asalto de sus interminables callejuelas que serpentean entre los muros de su medina. No necesitas planos, no te serán útiles, no intentes orientarte porque no lo conseguirás, simplemente camina al azar por las calles y te encontrarás probablemente de frente durante tus peregrinaciones con diferentes zocos llenos de vida, mezquitas casi milenarias o curtidurías tradicionales.
Te informo que el acoso al turista es parte de la aventura, durante tus paseos, te pararán, preguntarán, hablarán cada dos por tres y si estás preparado, se convertirá incluso en un juego. No creo que haya ninguna otra ciudad que haya tenido un efecto hipnótico tal en mí, así que por todas estas razones, te recomiendo sin ninguna duda que te quedes al menos unos días en Marrakech.
Cuando el cielo está despejado en Marrakech, se pueden ver las montañas nevadas del Atlas Alto. Esta ciudad está situada muy cerca de las montañas. Está, además, a unas horas del desierto del Sahara. La tercera gran ciudad de Marrueco es la encrucijada de muchos viajeros.
Durante mi estancia en Marruecos, tuve que pasar por la ciudad al menos cuatro veces. Y cada una de las veces me encantó. La ciudad es vibrante, la gastronomía suculenta, el té a la menta refrescante, el mercado colorido, sus habitantes acogedores, en resumen, una visita que me gustó mucho. Si me ofrecieran la posibilidad de volver a ir a mañana por la mañana a Marrakech, sin ninguna duda ¡me subiría al avión!
Marrakech ha sido asaltada por hordas de turistas esta última década. Muchos occidentales y marroquíes acomodados se han comprado riads en la ciudad. El ambiente con sus habitantes no es muy auténtico por eso y a veces está dictado por la motivación económica.
Dicho esto, Marrakech sigue siendo de visita imprescindible durante un viaje por Marruecos. Su antigua medina es absolutamente magnífica y su playa mayor Yamaa el Fna en el corazón de la ciudad es de obligada visita.
Te aconsejo alquilar una habitación en un riad un poco alejado del centro. ¡De hecho, así disfrutarás de mejores tarifas y evitarás las hordas de turistas y las múltiples súplicas que te asaltarán en cuanto pongas un pie en la calle!