Un circuito por Marruecos te dejará más que satisfecho y te permitirá descubrir varias de las diferentes facetas de este país en un viaje inigualable. Observa el bullicio de la plaza Jemaa El Fna y pasea por los coloridos zocos de Marrakech, date un paseo en camello por las dunas de Erg Chebbi, relájate en las hermosas playas de Agadir en la costa atlántica y visita el ksar de Aït Ben Haddou, clasificado como patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Viajar a Marruecos es vivir una experiencia cultural única, contemplar paisajes magníficos como las montañas del Atlas y tomarse el tiempo para probar delicias gastronómicas acompañadas con un té de menta.
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Así, podrás pasar unos días en Marrakech, también conocida como la perla del sur. O visitar la madrasa Ben Youssef, el Jardín Majorelle y, por supuesto, la plaza Jemaa El Fna. Para un poco de aventura, adéntrate en el desierto de Merzouga y participa en actividades como paseos en camello. Y los amantes de la naturaleza no se pueden perder una ruta de senderismo en el país del Atlas.
La primavera y el otoño son la mejor época para viajar a Marruecos, ofreciendo temperaturas agradables. En verano, el calor puede ser muy sofocante y en invierno no se aprecia tanto el encanto del país, sobre todo en el norte, donde puede llover. Sin embargo, si te sientes cómodo con el calor o estás considerando una estancia en la montaña, viajar entre mayo y septiembre es totalmente factible.
Para descubrir completamente Marruecos, te recomendamos un viaje de al menos 9 días. Esta es la duración ideal para explorar los principales puntos de interés del país, como la ciudad de Fez, la medina de Marrakech o las cascadas de Uzud.
Pero si tienes la posibilidad de extender tu estancia, ¡aún mejor! En 15 días podrás visitar otros lugares emblemáticos de Marruecos, como Rabat, la capital, Chauen con sus calles de 50 tonos de azul, o el desierto del Sáhara desde Uarzazat.
Los gustos y deseos de los viajeros son subjetivos, por lo que es complicado decir que un circuito por Marruecos es mejor que otro. Así que, si te gusta la historia y la cultura, te sugerimos que visites las ciudades imperiales (Fez, Marrakech, Meknes y Rabat) para aprender sobre la historia de Marruecos. Para una estancia más activa, puedes hacer senderismo en los valles de Tubqal, en el Alto Atlas. Y si prefieres unas vacaciones relajadas, puedes ir a relajarte junto al mar en Agadir, o pasar unos días en Esauira.
De norte a sur, Marruecos ofrece un telón de fondo ideal para unas vacaciones en familia. Para complacer a pequeños y grandes, Marrakech sigue siendo una elección segura. Entre clases de cocina con los lugareños y paseos en bicicleta de montaña en Agafay, tus hijos estarán encantados.
En el Gran Sur de Marruecos, explora el palmeral de Skoura y haz un paseo en camello a través de las dunas. ¡Una puesta de sol añade un toque mágico a tus recuerdos! Por último, para una experiencia familiar fuera de lo común, instálate cerca del parque natural regional de Sus-Masa. Entre sesiones de surf, inmersión en la cultura nómada y momentos de frescura en las gargantas de Ait Mansour, este circuito dejará a todos fascinados.
Puedes dar la vuelta completa a Marruecos. Comienza visitando Marrakech y luego dirígete a Casablanca para admirar la impresionante mezquita Hassan II. Continúa el viaje en Rabat, la capital, y explora los diferentes barrios de la ciudad. No te pierdas Chauen, la ciudad azul, y luego ve a Meknes y Fez para admirar sus arquitecturas con influencias árabes y españolas.
Luego dirígete al desierto en Merzouga, donde podrás desplazarte en camello. Continúa en Uarzazat, donde se han rodado películas como Lawrence de Arabia o Gladiator. La última etapa de tu gran recorrido por Marruecos será en Esauira, una encantadora ciudad con su playa y sus murallas. Y por último regreso a Marrakech.
Un circuito para visitar las ciudades imperiales de Marruecos es imprescindible si eres amante de la historia y la cultura. Es una oportunidad para aprender más sobre el reino de Marruecos y su pasado. Comienza con una visita a Marrakech, admira la mezquita Koutoubia, visita las tumbas saadíes y el palacio El Badii y el palacio de Bahia.
Luego dirígete a Rabat, toma fotos de la famosa torre Hassan y visita el mausoleo de Mohammed V. Continúa hacia Meknes, sobre todo para ver sus edificios históricos, y termina en Fez, la ciudad imperial más antigua de Marruecos. En Fez se encuentra la medina más grande del país, así como la madrasa (escuela coránica) más antigua del mundo.
Para explorar el desierto marroquí en un circuito turístico, contacta a nuestros agentes locales, quienes pueden crear contigo un circuito a medida y adaptado a lo que quieras hacer. Nuestros expertos te permitirán explorar el desierto marroquí con un guía profesional, camellos y todo lo necesario para una excursión perfecta.
Por ejemplo, puedes ir a Merzouga, donde podrás admirar las impresionantes dunas del erg Chebbi. Esta experiencia te permitirá desplazarte en camello, dormir bajo las estrellas o hacer actividades como quad. También puedes ir a Chegaga para vivir una experiencia única en el desierto marroquí, o al desierto de Agafay.
Puedes hacer algunas escapadas de un día desde Marrakech. Es posible vivir una experiencia única en el desierto de Agafay y montar en quad en el lugar o dar un paseo a caballo. Otra idea genial es ir a las cascadas de Ouzoud, de 110 metros rodeadas de exuberante vegetación.
Si quieres disfrutar del mar, una escapada a Esauira es una genial idea. Podrás bañarte y comer pescado fresco. También puedes hacer una escapada a Casablanca, la ciudad más grande de Marruecos, y admirar la mezquita Hassan II, una de las más grandes del mundo.