
Si en términos del modelo urbano, Osaka no ofrece tanto interés como Tokio, la ciudad es una parada obligada para los viajeros durante su viaje a Japón. De hecho, es considerado por muchos como el referente culinario del archipiélago japonés.
Entre el takoyaki (pulpo frito), okonomiyaki (una especie de torta de Japón), el yakiniku (barbacoa coreana, Osaka alberga una gran comunidad coreana) o la ibayaki (tipos de buñuelos, hojuelas con relleno de calamar), habrá qué hacer. Asimismo, no se necesita mucho tiempo para entender por qué esto es para la atención de los residentes de Osaka que el término "kuiadore" (comer hasta las 9 en la puesta de sol) fue inventado.
Pero Osaka, además de la comida, también es la galería cubierta de Dotombori, teatros y vida nocturna, su vertiginosa noria (112 metros de altura) a orillas del mar de Tempozan, o los tiburones ballena y mantas raya en el acuario Kaiyukan.
También tiene un imponente castillo (el de Osaka-jo), uno de los más famosos del país, que alberga un museo que recorre la historia de la región, y que sigue ofreciendo unas vistas impresionantes de la ciudad. Al final de la visita, se recomienda visitar los jardines que rodean el castillo.
Por último, Osaka es una plataforma ideal durante un viaje a Japón para visitar el Kansai, debido a su proximidad al transporte de Kioto, Nara y Kobe.