Nara se cuenta en mi opinion, entre los lugares casi imprescindibles de un viaje a Japón, pues la ciudad presenta un importante interés desde un punto de vista histórico y cultural para entender bien el país del sol naciente.
Me gustó mucho la ruta de los templos de Nara. Entre ellos te recomiendo la increíble visita a los templos Todai-ji, con un impresionante Buda de madera de 18 metros. Tampoco puedo olvidarme de Nigatsu-do, cuya parte superior permite disfrutar de un hermoso panorama de Nara.
Visitar Nara durante el día es ideal para dar un agradable paseo por el parque de Nara, donde puedes venir a acariciar los ciervos que se acercan fácilmente a pedir comida a los turistas, así que llévate provisiones y déjate seducir por esta ciudad...
Nara es una ciudad tranquila y agradable por la que sienta muy bien deambular. El gran parque en el corazón de la ciudad es el lugar ideal para revitalizarse y disfrutar de la compañía de los famosos cerdos sika.
Sin lugar a dudas, también hay que visitar el Todai-ji, el "Gran templo del este", un magnífico templo budista en madera que alberga el Daibutsu ("Gran Buda"). Se trata de una impresionante estatua de bronce con dieciocho metros de altura. En uno de los pilares de la imponente estructura de madera hay un agujero que se dice que tiene el tamaño de la nariz de Daibutsu. Se supone que entrar en ese agujero trae buena suerte, ¡más vale no se demasiado ancho!
Los amuletos vendidos en el templo son muy bonitos, una buena idea de regalo a un precio razonable. Y para seguir soñando (¡o riendo!) a la vuelta, tienes que ver Shikaotoko Aoniyoshi, ¡un drama japonés situado en Nara con un ciervo que habla!