La ciudad es famosa por su castillo negro que domina la ciudad. El interior alberga un museo con, entre otras, diversas armas de los siglos pasados, aunque no hay traducción al inglés. En las cercanías otro museo traza la historia de la ciudad y la región.
En las callejuelas de la ciudad nos encontramos con diferentes tiendas, bares y restaurantes muy agradables. El casco viejo es más pequeño de lo que me imaginaba, aunque muy agradable.
Desde la ciudad de Matsumoto se puede acceder a las estaciones de deportes de invierno o verano, sal de caminata por las montañas de los alrededores.
Al fin del día, tanto en verano como en invierno, dar una vuelta por los numerosos onsen de la región te ayudará a relajarte y descansar. Algunos ofrecen baños al aire libre, es un auténtico placer sumergirse en el agua caliente rodeado de nieve.