A pesar de su tamaño y su elevado número de habitantes (alrededor de 1 millón), Mequinez es sorprendentemente tranquila en comparación con su bulliciosa vecina Fez y eso se agradece como turista. Recuerdo un ambiente francamente agradable y acogedor, una ciudad realmente hospitalaria, muy diferente al acoso constante de los habitantes de Marrakech o Fez.
Además, la ciudad no está exenta de lugares históricos únicos, la mayoría situados en el centro de su medina. De ella emergen los minaretes de sus numerosas mezquitas, que dan a la ciudad el sobrenombre de “la ciudad de los 100 minaretes”. El lugar donde se encuentra el mausoleo de Moulay Ismail es otro de los sitios emblemáticos que recuerdan el glorioso pasado de la ciudad de Mequinez, que fue la capital del Reino de Marruecos de 1672 a 1727.
De modo que recomiendo fervientemente Mequinez a cualquier persona que desee descubrir una gran metrópolis histórica marroquí fuera del itinerario turístico habitual.
La medina de Meknés (la parte histórica de la ciudad) es magnífica. Antigua capital de Marruecos, Meknés estuvo gobernada en el siglo XVII por la dinastía de Mulay Ismaíl.
La ciudad es famosa por sus enormes puertas, llamadas "bab" en árabe. Estas puertas guardan la fortaleza, la antigua medina. Te sugiero especialmente Bab Mansour que, incluso en la actualidad, está muy bien conservada.
Otro excelente descubrimiento fue el zoco de Meknés. Me pareció mucho más auténtico que los de Marrakech o Fez, ya que esta ciudad es un poco menos turística que las otras dos. De todos modos, siempre hay que prestar atención a los vendedores: ¡los marroquíes son los mejores vendedors que he tenido la oportunidad de conocer en el transcurso de mis viajes! Hasta a mí, una viajera experimentada, me la han jugado alguna vez durante mi paso por Marruecos.
¡ Mequinez es una auténtica joya ! Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos. Pasearse por Mequinez es sumergirse en las mil y una noches. Cada detalle de los minaretes, de las puertas, de las ventanas es una perla del arte y de la belleza.
Te aconsejo que visites el magnífico mausoleo de Moulay Ismaïl en la ciudad antigua, donde destacan sus magníficos techos pintados. La medina es un laberinto de calles bulliciosas en las que merece la pena perderse durante horas.
Durante una estancia en Marruecos, muchos viajeros olvidan Mequinez, más pequeña y menos turística que su vecina Fez. Es, sin embargo, mi favorita, pues su dimensión humana es mucho más auténtica.