
La historia de Bulgaria está llena de giros políticos, culturales y económicos. Su ubicación estratégica, en el corazón de los Balcanes, la ha colocado en un lugar privilegiado en medio de enfrentamientos de poder y engrandecimiento cultural.
Los tracios son considerados como el pueblo más antiguo del territorio búlgaro. Un viaje por Bulgaria no estaría completo sin visitar los museos y sitios que conservan los raros y únicos vestigios de esta poderosa civilización. A continuación fue conquistada por griegos y romanos, cuyos restos se encuentran por todas partes. Su historia ha sido abundante en vuelcos de poder desde la antigüedad.
Si bien, Bulgaria como estado, no ha sido reconocida oficialmente en la historia hasta el siglo VII, asociándose rápidamente en torno a la religión cristiana, bajo la influencia de Constantinopla . Después de su edad de oro, el país se vio sometido a la poderosa Bizancio del siglo XI. A partir de ahí comienza a crecer un profundo sentimiento nacional y la lucha concluye dando la razón a los búlgaros, que fundan entonces su segundo reino. Debilitada, el poder pasa a manos de los turcos en 1393. De todas estas ocupaciones aún se conservan maravillas artísticas que conforman la riqueza cultural que se puede encontrar en un viaje por Bulgaria.
Los búlgaros aceptan a duras penas una dominación que conduce a las sangrientas revueltas por la libertad de 1876, que con el apoyo de los rusos, consiguen su autonomía. Los grandes conflictos que azotan Europa en el siglo XX sitúan a la conquista de Bulgaria en medio de la cuestión de los Balcanes, eso explica porqué se alió con los vencidos de la Primera Guerra Mundial. La Segunda Guerra Mundial sumerge al país bajo la supremacía de la URSS, siguiendo un largo período bajo el dominio de Stalin y otros conflictos. La historia de Bulgaria está llena de sorpresas y amargas luchas por la independencia.
Bulgaria sigue siendo un estado comunista hasta 1989, momento en el cual sigue el camino de las democracias populares de los países de los alrededores. Así que todavía no hay un régimen político estable asegurado, especialmente a causa de la fuerte corrupción y el estancamiento de sus costumbres. Siguiendo su estrategia de política exterior (sobre todo durante la guerra de Kosovo) y gracias a la recuperación económica, Bulgaria termina por integrarse en la OTAN en 2004, y en la Unión Europea en 2007.