Construido en el siglo XI por dos hermanos georgianos, el monasterio de Batchkovo es un testigo magnífico y casi milenario de gran importancia en la religión ortodoxa del país. Si bien fue destruido casi por completo en los siglos XV y XVI por los turcos, la reconstrucción es bastante fiel a la original.
El único edificio original que ha sobrevivido es el osario, en donde se hallan impresionantes frescos históricos que datan del siglo XIV. Aunque a mí me gustó mas el osario, el resto del sitio también es asombroso, con su catedral y sus diversas iglesias. Tal vez no es tan impresionante como el monasterio de Rila, pero Batchkovo merece una visita en un viaje, sobre todo porque no es tan concurrido como su semejante.
El monasterio de Batchkovo desprende una espiritualidad mística, es una joya rodeada de impresionantes montañas. Es una de las iglesias ortodoxas más antiguas de Europa, que sigue manteniendo un buen aspecto pese a su casi milenio de edad. Sus varias reconstrucciones y restauraciones le han conferido un mayor encanto. Sus coloridos frescos son impresionantes, a pesar de no ser los originales.
En invierno, no éramos muchos los visitantes que pisaban sus calles adoquinadas, y los numerosos vendedores habían cerrado sus tiendas. Parece ser que en verano la serenidad del lugar es suplantada por los vendedores de recuerdos religiosos y las tropas de turistas. A pesar de que el lugar se encuentre abarrotado, si durante tu recorrido por Bulgaria, te encuentras cerca de allí, no dudes en hacer una visita, pero elige caminar por los caminos de paso. La vista desde las montañas de los alrededores de Batchkovo quedará grabada en tu memoria por mucho tiempo.