Ubicado entre el Parque Nacional del monte Pirin, que alberga el techo de Bulgaria y la famosa estación de invierno de Bansko, así como el monasterio de Rila, Dobarsko no posee la concurrencia, el atractivo ni la fama de estos tres sitios, y por lo tanto el pueblo merece la pena verlo. Al final de una pequeña carretera llena de baches se encuentra el pueblo en donde todavía parece existir un poco de la auténtica Bulgaria, allí todavía perduran el folclore y las tradiciones ancestrales.
En mi recorrido por Bulgaria, lamentablemente no me quedé todo el tiempo que hubiese querido, pero Dobarsko me gustó muchísimo. Situada sobre una verde colina, el pueblecito cuenta con algunas casas tradicionales, así como con dos monasterios ortodoxos con unas fantásticas pinturas murales. Es también uno de los lugares en los que podrás contemplar los paisajes más hermosos del Parque Nacional del monte Pirin.