
¿Quién no ha oído hablar de la tripa de oveja rellena con su famosa salsa a la menta, plato también conocido como «Haggis»? Es un ejemplo perfecto de la cocina escocesa: una cocina de la región, campesina, rica y generosa, sobre todo basada en productos de la tierra.
Ahora, veamos juntos algunos ejemplos de lo que podrás probar una vez allí.
El famoso « breakfast », que suele servirse entre las 8.00 y las 9.00, a menudo comienza con cereales o porridge (unas gachas de avena con leche) con un zumo de fruta recién exprimido.
Después llega el turno del « cooked breakfast»,huevos preparados como tú quieras (al plato, frito o sunnyside up, revueltos o scrambled o escalfados o soft poached ) acompañados de bacon, salchichas y una tortita de patata: el « potato scone ».
Si tienes suerte, también podrás pedir un pequeño acompañamiento de tomates, champiñones o incluso baked beans (alubias en salsa sobre una tostada). Last, but not the least : las tostadas con mantequilla y mermelada de naranja.
No podrás marcharte de Escocia sin haber probado al menos uno de estos platos: el famoso Haggis, un trozo de Aberdeen Angus, stovies (una especie de estofado de patatas con cebolla y carne y una salsa local).
Tampoco dejes de probar el Scotch broth y el cok a leekie, unos guisos de cordero o buey en el primer caso, y de pollo en el segundo.
Los productos del mar también están muy presentes, sobre todo en la receta llamada Cullen Skink, una sopa cremosa a base de eglefino ahumado y patatas.