Así como las Highlands son reconocidas fuera de las fronteras escocesas, el Parque Nacional del lago Lomond y de Trossachs en poco conocido, y su nombre despierta el perfume de la aventura. El emblemático West Highland Way que hará las delicias de los amantes al senderismo y el trekking atraviesa parte del parque. Es una buena manera de verlo desde su perspectiva más agreste.
De lo contrario, pueblos como Crianlarich y Aberfoyle son ideales para tomarse una buena pinta, comer unos haggis y charlar con la gente local. La región alberga también un pequeño número de destilerías artesanales. Pero las cualidades naturales del parque pesan más que el resto: el lago Lomond, sobrepasado por el Ben Lomond que culmina a los 974 metros, el lago Katrine o incluso el lago Achray, por mencionar sólo unos cuantos ejemplos.
Y si además consigues ver algún ciervo, regresarás a Glasgow con la cabeza llena de recuerdos.