Tan espectacular en la falda como en la cima, el Ben Nevis no es una subida demasiado difícil, aunque sí que es bastante larga. La principal dificultad reside en la lotería del tiempo: muy variable, te dictará el éxito o fracaso de tu intento. La prueba: nuestro intento fue en verano, vientos violentos y una niebla persistente nos obligó a guardar prudencia. Así que no tomamos ningún riesgo.
Gracias a su simbolismo, estarás muy bien acompañado de otros turistas durante el camino. Es justo lo contrario de lo que sucede en otras caminatas por Escocia, donde te sientes en total soledad en medio de la naturaleza.
Aún así, si vas a Fort William en un viaje por Escocia, gira la cabeza hacia la cumbre que destaca y comienza el ascenso si hay buena previsión del tiempo.