
En la capital y en toda la región podrás encontrar numerosos monumentos, museos o prisiones que invitan a la reflexión y rememoran la historia del genocidio, por lo que permiten comprender mejor el inmenso drama que asoló al país. La guerra y la ocupación siguen muy presentes hoy en día en el recuerdo de todos los camboyanos y este periodo histórico continúa siendo un factor clave para el desarrollo del país.
La primera visita que se debe hacer para comprender mejor la historia jemer es la de la prisión de Tuol Sleng, también llamada S-21, que fue el principal centro de detenciones de Pol Pot, dictador y líder del movimiento de los Jemeres Rojos. Actualmente es un museo (Museo de los Crímenes Genocidas) en el que no se ha modificado nada desde el día en el que los carceleros y los Jemeres Rojos lo abandonaron en 1979.
La visita a este lugar provoca un profundo malestar, sobre todo por el realismo y la dureza de las imágenes que se exhiben. Los Campos de la Muerte, situados en el exterior de la ciudad, eran los emplazamientos donde tenían lugar los exterminios. No dudes en contratar una visita guiada, ya que de este modo podrás conocer todos los pormenores del periodo de gobierno de Pol Pot entre los años 1975 y 1979. Es una visita muy dura e impactante, pero que debes hacer si deseas viajar de un modo alternativo, intentando comprender la realidad del país.
Los apasionados de la historia también podrán asistir a conferencias de especialistas de la Camboya histórica y la actual.
Actualmente, a pesar de que la historia de los Jemeres Rojos está prácticamente ausente en los libros escolares, los habitantes locales luchan contra el estado actual de “amnesia colectiva” en el que se encuentra el país. Prueba de ello son las películas del director Rithy Panh, uno de los más famosos de Camboya. En 2002, por ejemplo, realizó una película sobre los Jemeres Rojos y su último largometraje, estrenado en 2013 y titulado “La imagen perdida” (The Missing Picture), es una película de animación que relata las atrocidades que se perpetraron durante este periodo.
También se han abierto numerosas exposiciones, tanto para los turistas como para los locales, con el objetivo de sensibilizar a la gente de este periodo tan oscuro. En 2010, por ejemplo, tuvo lugar una exposición acerca del juicio a los Jemeres Rojos en Nom Pen.
Además, en cada ciudad de Camboya hay erigido un monumento a los fallecidos en el genocidio, así como numerosos templos dedicados a su culto, con el fin de que lo sucedido en el país no quede en el olvido. Los encontrarás continuamente a lo largo de tu viaje por Camboya.