Visité Banteay Srei con mi pase de 3 días. Ya había pasado dos días en Angkor, haciendo una ruta pequeña y otra grande con mi guía. En este último día, es fácil elegir el templo, pues es conocido por ser uno de los templos más bellos y refinados. Y no era un cuento.
Banteay Srei está muy bien conservado y su belleza le destaca de los demás. Sus piedras rosadas son muy fotogénicas. A la entrada, las placas recuerdan la historia de estos lugares, en la que descubro con horror que André Malraux había intentado saquear sus tesoros. Después de esta anécdota, me interné en el recinto y exploré los miles de detalles tallados que aún se conservan.
Tras esta increíble visita, todavía me esperaba más con el recorrido del sitio de Kbal Spean, un hermoso sitio arqueológico en el corazón de la selva, y con una parte del lecho del río tallado.
Esta parada es digna de ver. Un poco fuera de los circuitos turísticos habituales, te cruzarás con menos turistas (menos no significa ninguno, pero no importa), y podrás disfrutar de la importancia del lugar y su dimensión cultural e histórica. Banteay Srei es una impresionante delicia. Construido en honor a las mujeres, todas las secciones del muro han sido talladas, te gustará contemplar los grabados en honor de Vishnú. El conjunto está muy bien conservado. Y con razón, el templo fue descubierto en 1924.
Banteay Srei no te va a sorprender necesariamente por su altura, pero se encuentra en una ubicación ideal, remota, rodeado de una densa selva, y de forma repentina nos envuelve con su encanto. Una buena visita en un recorrido por Camboya.
Durante unas vacaciones en Camboya, no se te puede olvidar ir de visita por los templos de Angkor. Y una vez en Siem Reap, no te pierdas la oportunidad de ir a Banteay Srei.
El templo de Banteay Srei ("mujer" en el idioma camboyano) está dedicado a Shiva, sus piedras son rosadas y sus esculturas de una fineza excepcional. El templo es pequeño, pero está bien conservado. Se lo conoce como "la ciudadela de las mujeres". Se dice que la finura de sus esculturas no puede deberse a otra cosa que al resultado de un trabajo hecho por manos femeninas.
Se puede llegar en una hora en tuk-tuk. Se puede combinar con el río de los mil lingas en Kbal Spean. Se puede visitar muy bien en uno solo día, sin prisas. Negocia siempre el precio del tuk-tuk antes de partir hacia Siem Reap. Para los más valientes que no quieran ir por el río, siempre cabe la posibilidad de usar una bicicleta. El camino bordea una ruta de artesanía de mimbres. Parecerás un extraterrestre, pero a mí, personalmente, me gusta esta cultura del esfuerzo y la lentitud.