Antiguo destino costero en la época de la colonia francesa, Kep es una ciudad adorable, tranquila y conocida por sus hermosas islas y su delicioso cangrejo. Un destino perfecto en pareja o en familia, para disfrutar de unos cuantos días de descanso y sol.
Aconsejo:
Haz un recorrido por el mercado de los cangrejos desde las 7 de la mañana para ver a la gente local comerciando con los productos frescos que han llegado del mar, y continúa tu jornada montando a caballo, paseándote por el bosque, las marismas y la playa.
Mi opinión
Me gustó mucho Kep, una ciudad relajante, perfecta para los amantes de la naturaleza y el sol. Pasé allí dos días enteros, lo mínimo para disfrutar de las islas de los alrededores en una jornada en barco, y luego en el Parque acional de Ream para hacer una caminata.
En cuanto a las islas, te aconsejo evitar Koh Tonsay (la isla de los conejos), que es la más conocida: está demasiado llena de gente en la temporada alta y es muy sucia. Es mejor ir a otras islas menos conocidas...
Para sumergirme en lo que le da la fama a Kep, no pude resistirme a tomar una lección de cocina para aprender a preparar el cangrejo de Kep con salsa de pimienta de Kampot.
En realidad hay muchos hoteles en Kep, pero están bien integrados en el paisaje, y se encuentran fácilmente espacios bien acondicionados incluso en temporada alta, en ningún momento me sentí agobiado por la gente. En cuanto a los restaurantes, los que están situados cerca del mercado de los cangrejos son muy buenos. Si quieres darte un gusto, te recomiendo ir al Sailing Club, que pertenece al hotel Knai Bang Chatt: un entorno marinero fantástico con vistas al mar, el único restaurante gastronómico de la ciudad.
Kep puede ser también un bonito destino para la familia, en especial si haces una visita a la granja de las mariposas, a la que se puede llegar en bicicleta o caballo, en un paseo por Plantation Ranch, dirigido por Didier, un francés. El hotel La Veranda cuenta con un club para niños, no esta mal para tenerlos ocupados.
