Capital istriana del oro blanco...
El mejor medio para llegar hasta Buzet es disponer de vehículo propio, pues los transportes públicos no están muy desarrollados... y seguramente quieras descubrir los pueblos vecinos y dar algunos paseos por el bosque. Porque ahí reside todo el interés de Buzet: la pequeña ciudad está considerada como la capital de la trufa, esencialmente la trufa blanca, que crece abundantemente en los bosques de la región y que se encuentra en los mercados de octubre a enero.
En Buzet, tendrás la suerte de asistir a la fiesta de la Subotina, el segundo fin de semana de septiembre, durante la que los habitantes se pavonean con trajes tradicionales y todos los participantes pueden degustar una tortilla gigante con trufa para celebrar el inicio de la temporada. Si descubres Buzet en otra fecha, podrás visitar el museo regional, recorrer las bellas callejuelas de la ciudad, descubrir sus bonitas iglesias y casas antiguas... ¡y deleitar a tu paladar en el restaurante y las tiendas, pues todas festejan el oro blanco!
Los alrededores de Buzet: de colinas a bosques
Después de haberte informado en la oficina de turismo o con uno de los organizadores de excursiones (hay varios en Bizet y en la región), podrás seguir las carreteras que suben y bajan por las colinas de los alrededores para admirar los paisajes, visitar los pintorescos pueblos vecinos y pasear por el bosque ¡en busca de trufa! Para ello, hay que tener algunas nociones sobre la recogida de esta discreta seta,o contar con un buen guía.
Cualquiera que sea tu opción, te aconsejo ir de pueblo en pueblo, alrededor de Buzet, y hacer una etapa en Roc, a 5 kilómetros de Buzet, después en Hum, al que se accede por una pequeña carretera (la avenida glagolítica, que evoca la invención del alfabeto glagolítico por los monjes Cirilio y Metodio) en dirección al sur, desde Roc. Roc alberga detrás de las murallas del siglo XVI, los vestigios de los edificios que van de la época romana al Renacimiento... y ofrece una bella vista de las colinas de los alrededores. Hum es un encantador pueblecito que alberga una extraordinaria capilla y que celebra también el buen comer... ¡Aviso a navegantes!
