Komiza está desde luego dentro del top 5 de mis lugares croatas favoritos. Al llegar al puerto de Vis, de la isla que recibe el mismo nombre, todavía hay que atravesar un collado vertiginoso para luego seguir por un camino con unas vistas impresionantes que casi te hace sentirte parte del mar y que conduce a un centro histórico pequeño, pero muy animado. Si la ciudad me gustó tanto, quizá sea porque esta conserva un toque de autenticidad que muy pocos destinos croatas han sabido mantener.
En las noches de verano, las terrazas de los restaurantes del puerto están a rebosar de gente que degusta platos deliciosos de marisco acompañados de un buen vino local (que son de los mejores del país). Por el día, Komiza ofrece muchas posibilidades para darte un baño: playas casi desiertas, lugares increíbles donde poder bucear, incluso tiendas de alquiler de bicicletas, y eso que el terreno no es el más liso del mundo...