
Como por todo el continente, un viaje por Sudáfrica nos permite descubrir la importancia que tiene la religión en el día a día de la población. En la llamada Nación Arcoíris, numerosas religiones coexisten en una libertad respetada y una tolerancia evidente.
La Constitución decreta oficialmente que cualquier culto religioso puede practicarse libremente en Sudáfrica. Cada uno es libre de elegir y practicar sus propias creencias sin que el Estado pueda intervenir en este aspecto. Y como suele ser el caso en todo el continente africano, la población es muy religiosa y creyente. Durante tus viajes por Sudáfrica, también descubrirás que la religión ocupa un lugar importante (incluso primordial para algunos) en el día a día de la población. Este fervor es especialmente visible a la salida de las misas dominicales, en las oraciones del viernes en las mezquitas y, por supuesto, en todas las fiestas de los diferentes calendarios religiosos.
Al igual que la gran diversidad de la población de Sudáfrica, llamada la Nación Arcoíris, las religiones también son muy numerosas y constituyen una especie de enorme caleidoscopio de creencias. Para hacerse una idea general, hace falta saber, por ejemplo, que el 68 % de la población es cristiana, lo que representa la gran mayoría del país. Las demás religiones conocidas como africanas, como el animismo, representan casi un tercio de la población. Aunque los musulmanes solo son un 2 % y los hinduistas aún menos, los ateos, con alrededor de un 15 % de la población, constituyen un porcentaje bastante importante en un país donde la práctica religiosa es algo cotidiano.
Los viajeros más piadosos podrán encontrar lugares de culto en prácticamente cualquier parte. Las iglesias se edifican tanto en las zonas rurales como en las urbanas. Las mezquitas se encuentran fácilmente en las grandes ciudades. La de Durban es especialmente hermosa y supone una interesante visita. Si pasas por Zululandia, podrás tener el privilegio de asistir a sus ceremonias tradicionales.
La libertad y la tolerancia religiosas son un hecho real en Sudáfrica. Un ejemplo que muchos deberían seguir.