
Organiza un recorrido a caballo cerca de los magníficos lagos de Altai.
En lo más remoto de Altai, en el extremooccidental de Mongolia, entre las montañas, se encuentra una región denominada Syrgaal. Es una especie de jardín de Edén, en el que la naturaleza virgen te ofrecerá las imágenes más hermosas de tu paseo a caballo. Es un lugar bien conservado, en el que también existe un parque natural protegido llamado Tavan Bogd.
En esta región viven los mongoles, más precisamente los kazajos. Es probable que te los encuentres cerca de los lagos, sobre todo en verano. Con un poco de suerte, te invitarán a su casa para tomar un chai (té con leche). Aquí podrás respirar de verdad, romper todas las ataduras y encontrarte contigo mismo.
Personalmente, me gustan más los paseos a caballo que a pie. Ya que este es el principal medio de transporte de los nómadas, tanto por respetar las tradiciones como por disfrutar del entorno. Dicho esto, los aficionados a caminar pueden seguir los senderos marcados por los cascos de los caballos mongoles, sin tener miedo de perderse.
Para organizarte, como sucede en la mayoría de las salidas por Mongolia, tienes muchas opciones:
- Ya sea desde Oulan-Bator (o Ulaanbaatar)
- A través de internet con la ayuda de una agencia local
- O haciéndolo por tus propios medios, buscando un guía en el lugar. La ciudad más "sencilla" para reunirse en este caso es Ölgii. No muy lejos de allí se encuentra un pueblo llamado Tsagaan Salaa, en donde habitan los criadores de caballos... Te toca encontrala, así que adelante.
No te olvides de las cosas básicas: protector solar, gafas de sol, guantes, bufanda, gorro, botas y calcetines gruesos para poner por encima de los pantalones... Y una crema para los dolores musculares. Tras 9 h a caballo y sin parar, me arrepentí de haber olvidado la mía.
Las montañas de Altai son poco acogedoras. Si quieres subir alto te encontrarás con la nieve, incluso en verano.
Dicho esto, si decides ir en verano, pasarás a través de campos verdes, llenos de manadas de ovejas y cabras. Verás los campos de yurtas, caballos salvajes... Y luego, de repente, la nada. Una inmensidad verde, casi un desierto de hierba, en el que no hay otro sonido que el de tu propia respiración, el paso de tu montura y el viento. Un instante que te hará recordar hasta qué punto es bella la naturaleza, y cuan diferente es la vida en España de la de allí.
Calcula bastante tiempo para hacer esta excursión. De 3 a 5 días por lo menos solo para el paseo a caballo, y dependiendo de tus gustos, más tiempo para venir desde Oulan-Bator y regresar.
En resumen, esta salida te llenará la vista de estrellas y te sumergirá en la naturaleza. No lo lamentarás.