Si durante tu estancia en Mongolia te animas a ir a las montañas, una opción interesante es el Tsambagarav, el tercer pico más alto del país. Es un ascenso muy factible para alpinistas aficionados. Nos llevamos piolets y crampones, pero aparte de ese equipamiento adicional, la cumbre no tiene mayor dificultad.
Las vistas desde lo alto son absolutamente espectaculares. Además, por el camino es fácil ver animales. Hay en la región una población de tigres de las nieves, aunque es difícil verlos. También la habitan los carneros salvajes más imponentes del mundo.
Hace falta solicitar un permiso para poder entrar al parque y acercarse a los nómadas para obtener víveres y ayuda. La región es muy vasta y desértica, pero siempre encontrarás alguna yurta solitaria en el camino de un valle a otro. Se puede pasear libremente por el Tsambagarav, pero vive tan poca gente allí que se hace imprescindible tener claro el itinerario y llevar todo lo que vayas a necesitar.