
Tráete té de Ceilán (¡delicioso!) o un vestido en batik y, ofrécele a la familia piedras preciosas y el famoso bálsamo ayurvédico.
Evidentemente, el souvenir más ansiado de Sri Lanka son las piedras preciosas. Esmeraldas, rubíes, piedras de luna... y los zafiros más bonitos del mundo se encuentran en Sri Lanka. Un consejo: hay que comprar en una joyería acreditada para estar seguros de que la piedra preciosa... ¡lo es! Igualmente indispensable en una estancia en Sri Lanka : traerse té de Ceilán; todavía hoy lo recolectan manualmente las mujeres ceilanesas. Cómpraselo a un pequeño productor después de haberlo probado. Así sabes que estás dando de comer a una familia en vez de beneficiar a las empresas.
Puedes escoger entre mucha ropa en batik, una técnica de serigrafía muy minuciosa en los tejidos que se ha convertido en todo un arte en Sri Lanka. Otra opción interesante es comprarse un sari, el vestido tradicional, que todavía llevan la mayoría de las ceilanesas. También encontrarás máscaras y estatuillas típicas, talladas artesanalmente en madera. No compres nada que esté hecho de marfil o de caparazones de tortuga. Son muy bonitos, pero te los quitarán en la aduana.
Dejando las cosas bonitas a un lado, el bálsamo ayurvédico se parece al bálsamo del tigre y es un producto verdaderamente milagroso para toda la familia. Otros productos cosméticos y nutricionales, como los aceites esenciales, dan testimonio de la variedad y riqueza de la medicina ayurvédica y pueden ser unos regalos estupendos. Y, para darle un toque de sabor a la vida (¡o por lo menos a los platos!), no sé cuál aconsejarte, entre tantísimas especias. Pimentón, comino, canela... en Sri Lanka encontrarás de todo en las tiendas de especias de toda la vida. No vale la pena gastarse más por lo mismo en los famosos «jardines de especias». ¿Entonces, qué? ¿Nos vamos de viaje a Sri Lanka?