
Tailandia permite combinar dentro de tu luna de miel el relax, la cultura y la naturaleza. De norte a sur, numerosos sitios son ideales para un viaje diferente.
Tailandia tiene mucho que ofrecer gracias a la variedad de sus paisajes.
La ciudad de Chiang Mai es una de las ciudades más típicas del país, lejos de las playas de ensueño del sur. Si quieres un viaje a la naturaleza y totalmente auténtico, es ahí donde tienes que ir.
Lo más fácil es alquilar una moto por un día, para irse de aventura al campo. Conocerás la Tailandia más auténtica gracias a los pueblos pequeños.
Luego hay que ir a Bangkok, fastuosa capital que nunca duerme y que es parada obligada en toda estancia en Tailandia. El punto de encuentro turístico es la calle Khaosan, muy animada, perfecta para salir de marcha. Para una luna de miel, lo mejor es alojarse en un buen hotel en una de las torres altas de la ciudad, con una hermosa vista.
El sur del país es famoso por sus idílicas playas, sus acantilados y sus aguas de color turquesa. Algunas islas, como en los alrededor de Phuket, están muy congestionadas de turistas, pero también podrás encontrar la calma en otros lugares como Akoh Lanta o Koh Samui. Lo ideal es aterrizar en Krabi para luego dirigirse al sur del país.
Esta región sigue estando en gran parte sin explotar, a medio camino entre Phuket y Krabi, Koh Yao Yai vale la pena una parada: sin turismo masivo, hermosas playas y poca infraestructura. Más al norte, la zona de Khao Lak es mucho más tranquila y es ideal para una luna de miel en Tailandia.
Si no vas a visitar el sur del país, Pattaya es el resort de Tailandia más cercano a Bangkok. Hay mejores sitios para un viaje romántico, pero al menos aquí se puede disfrutar un poco de la playa aunque ésta no sea la finalidad principal del viaje.