Khao Sok es un destino de excepción si eres un aficionado al turismo deportivo. Canoa, rafting, senderismo... Son solo algunas de las actividades que se ofertan en este parque nacional del sur de Tailandia.
Yo, personalmente, opté por una ruta en canoa a lo largo del río, una buena ocasión para observar los majestuosos pilares de roca rodeados de niebla y el bosque húmedo, ya que la selva de Khao Sok es uno de los bosques tropicales húmedos más antiguos del mundo. Fue en este parque nacional donde tuve la ocasión de probar a hacer rafting por primera vez, una actividad realmente divertida que recomiendo a todo el mundo.
Además, en sus montañas tuve la suerte (algo que no me sucede muy a menudo) de apreciar la mayor flor del mundo, la rafflesia. Si tienes tiempo, te aconsejo dar un paseo por la orilla del lago de Rachaprapha (mucho mejor con un guía), es espectacular. Es posible observar numerosas especies de animales, sobre todo gibones. Khao Sokes para mí una excursión muy fácil de hacer y una excusa perfecta para hacer una escapada a las calurosas playas de Phuket, no muy lejos de allí.