Es el punto ideal para salir a caminar por las montañas y para los amantesdel senderismo. La ciudad de Chiang Mai me gustó por su clima,en general más agradable y, en conjunto, por ser una ciudad a escala humana.En Chiang Mai hay una serie de templos antiguos, como el de Wat Chiang Man, que data delS. XIII y el imprescindible Doi Suthep,situado en lo alto de una montaña cercana, con vistas panorámicas de toda laciudad.
Si pasas el fin de semana en Chiang Mai, no te pierdasel mercado nocturno que ponen en el casco viejo (para ir, cruza la muralla por la puerta deTha Pae). Si no, también te puedes quedar por el Kalare Night Bazaar, situado en la partemoderna.
Me gusta la calma aparente de la ciudad. Claramente, la gente va porlos templos, pero también es un destino bastante popular entre los mismos tailandeses,que buscan escapar del bullicio y del estrés de Bangkok.
Lo que más me gusta hacer cuando voy a Chiang Mai estomar café o pasteles en los locales que haya lo largo del río, recorrerme las tiendas y admirar laspiezas de artesanía local más curiosas.
La ciudad se suele visitar de día para admirar sus numerosos templos y su mercado de las flores, pero a mí me pareció mucho más agradable recorrer Chiang Mai por la noche, cuando el calor afloja un poco. Recorrer los mercados, pasear a orillas del río Ping y disfrutar de los pequeños bares con sus lucecitas embriagadoras fue un auténtico placer.
Si eres de buen comer, te aconsejo la cantina que se monta durante una noche entera durante el Sunday Market en el templo Wat Phan Tao. No te lo puedes perder. No solo deleitarás tu paladar, sino también tus ojos.
A los más aventureros, os recomiendo alquilar un escúter para recorrer la región. También existen circuitos permiten ver el esplendor de las montañas y las gentes del norte de Tailandia.