No te puedes marchar de la Guayana si no has visitado Awala y Yalimpo, los dos pueblos amerindios ubicados cerca de Mana. Administrados en un 100% por indígenas, te permitirán descubrir una cultura nueva. No te pierdas tampoco la puesta de las tortugas marinas en la playa de Hattes. Ven entre julio y diciembre a la Guayana.
La Guayana es sin duda un auténtico pedazo del paraíso para los aficionados a la pesca, que podrán lanzar sus redes y capturar pargos y lubinas, así como otras especies de pescados. También puedes iniciarte en el surf o en la vela, o sino practicar la canoa-kayak. Ven preferiblemente durante la estación seca, entre julio y diciembre.
Si hay una fiesta que no te debes perder en la Guayana esa es la del Carnaval. Dura dos meses en los cuales el país entero se encuentra de fiesta. Ven en enero y febrero para participar en los bailes de máscaras, con música y danzas que tienen lugar por todas partes. Es verdad, el Carnaval coincide con la temporada de lluvias, pero te aseguramos que vale la pena.
La Guayana es muy conocida por las islas de Salut, así que no te las pierdas. Ven a conocer Kourou y explora a la altura de la ciudad las islas de Salut, realmente maravillosas. Disfruta de la isla Royale, la isla Saint-Joseph y la isla de Salut, durante un descanso en tu viaje. Ven entre julio y diciembre.
La Guayana alberga más de mil árboles y al menos el mismo número de mamíferos, sin contar los innumerables pájaros. En tu viaje te encontrarás con jaguares, cerdos salvajes denominados pakiras, monos y papagayos, además de una gran cantidad de otros animales que se mueven por la selva amazónica o el océano. Viaja entre julio y diciembre.