La ciudad de Şamaxı cuenta con una fisonomía muy agradable: se eleva sobre una colina, en las estribaciones del Gran Cáucaso, sobre la llanura de Chirvan. Es una ciudad media, de unos 30.000 habitantes, capital de distrito bastante comercial y animada que gira en torno a su bazar.
A parte de los barrios de viviendas, bastante verdes y extendidos por la colina, Şamaxı se concentra alrededor de una gran esplanada central, con unas dimensiones bastante imponentes para una ciudad de este tamaño. El monumento más importante de la capital histórica de Shirvan, el emblema histórico del Cáucaso hasta el siglo XIX, es la impresionante mezquita de Djouma, que se cuenta entre las más importantes del país. Fue fundada en 743, aunque destruida y reconstruida en numerosas ocasiones; su apariencia actual es más bien moderna: ha sido restaurada en gran parte en 2009, y reluce como si fuese nueva.
Para mí, los lugares más llamativos de Şamaxı siguen siendo sus antiguos mausoleos, en parte en ruinas. El de Yeddi Gumbaz, el cementerio del siglo XVIII dedicado a la última dinastía de los kanes de Shirvan, es uno de las más bellos del país. También te recomiendo el de Shakhandan, dedicada al hermano del poeta nacional Nizami en el siglo XVII. Son lugares cargados de espiritualidad, con una arquitectura refinada y unas piedras que portan el lustre de los años.