El Parque Nacional de Jirisan está "a caballo" entre varias regiones, y hay diferentes puntos de partida, dependiendo de a dónde quieras ir. Las rutas de senderismo no están accesibles todo el año por razones climáticas.
Desde Cheonwangbong, la vista sobre el mar de nubes es alucinante, aunque el sitio es de difícil acceso. Te aconsejo que vayas con un guía.
En otoño, me encantó la (larga) caminata hasta Piagol: todos los arces estaban de color rojo tanto en los valles como en las laderas. Durante el verano, una caminata algo más corta (de unas dos horas) bastará para llegar a paisajes espectaculares.
Los senderos en el corazón de los bosques nos llevan por varios pueblos, cosa que permite ver otra forma de vida lejos del bullicio de las principales ciudades de Corea.