Deshaies es verdaderamente una aldea pintoresca, auténtica, de Guadalupe. Con sus pequeños veleros, anclados en el puerto deportivo, que se balancean al ritmo de los vientos alisios, la bahía de Deshaies es un remanso de paz y de verde belleza, que yo calificaría como la hermana pequeña de la bahía de las islas de los Santos.
En Deshaies, me encantó la visita del magnífico jardín botánico, situado en la antigua propiedad del cómico francés Coluche. Contiene una fauna y flora excepcionales, que harán las delicias tanto de pequeños como de grandes
No te pierdas, tampoco, la imprescindible playa de Grande Anse (Bahía Grande): una de las más bellas de Guadalupe: arena dorada, cocoteros, agua esmeralda, todo ello ofreciendo unas resplandecientes puestas de sol que gustarán a los más románticos. En este mismo municipio, descubrí también la playa de Anse de la Perle (Ensenada de la Perla). Bastante parecida a Grande Anse, es también una playa de arena amarilla, rodeada por una exuberante vegetación. Puede que sea menos espectacular que esta última, pero me pareció más tranquila y más salvaje. En todo caso, cuando estuve en octubre, ¡no había nadie!