Cerro Negro es el volcán perfecto: fácilmente accesible desde León, la subida en una hora y media es fácil y los paisajes dantescos. Fumarollas, piedras que queman, cenizas, es un verdadero paisaje lunar.
Varios cráteres dan testimonio de la importante actividad del volcán más joven de América Central, nacido en 1850. Aquí no hay lava roja, se trata de un volcán explosivo, ¡por lo que que es mejor ir durante una erupción! Pero no te asustes la última fue en 1999.
Aunque es posible ir por tus propios medios para explorar el lugar, es preferible optar por un agencia local para que te lleve y te guíe entre las fumnerolas. ¡Para un poco más de aventura (optativa), trata de descender el volcán sobre una tabla de snowboard o un trineo! Sensaciones fuertes garantizadas, incluso si la velocidad no es tan importante como sobre la nieve, es suficiente para divertirte.