Mis cinco días en en esta pequeña isla son uno de mis mejores descubrimientos en Nicaragua. Tras una hora sobre un pequeño barcucho (o ferry, como quieras), te toparás de frente con unos paisajes maravillosos: cascadas, volcanes, piscinas naturales, vegetación exuberante, además de hermosas puestas de sol...
La isla de Ometepe también es conocida por la presencia de petroglifos tallados a partir del año 300 por los aborígenes, restos impresionantes de la cultura de los Chorotegas.
Intérnate en el pequeño sendero ecológico cerca de la playa de Santo Domingo, en donde te quedarás impresionado por la vegetación y por los monos que te harán sentir como si estuvieses en su casa.
Tienes que ir a pasear por esta hermosa isla, a pie, en moto o aún mejor: en bicicleta, así podrás sentir las vibraciones de Ometepe, en donde el tiempo parece haberse detenido. Una parada imprescindible en tu recorrido por Nicaragua.
Incluso antes de llegar a Ometepe, me enamoré de esta isla que se alzaba en la distancia, con sus dos volcanes que dominaban el horizonte. Con sus playas y sus caminitos, la isla de Ometepe hará las delicias de los amantes de la naturaleza.
Aquí tienes las mejores experiencias que te recomiendo probar en Ometepe: subir hasta la cima del volcán Concepción, o hasta el Mirador y disfrutar de las vistas sobrecogedoras de la isla y el lago Nicaragua, pasear alrededor de la laguna de Charco Verde y subir hasta su mirador, disfrutar de darse un chapuzón en el lago Nicaragua en la Playa Bancón mientras se contempla la imagen del volcán Maderas, alquilar una moto y explorar la isla, ir a descubrir la enorme playa de Santo Domingo, disfrutar de la puesta de sol en Punta Jesús María, una estrecha línea de arena que se introduce en el mar con un paisaje asombroso del volcán Concepción, tomar un batido en la orilla del lago Nicaragua, y decir "¡qué bueno es estar aquí!"
La isla de Ometepe parece un lugar de otro mundo, es uno de mis mejores recuerdos de Nicaragua. A algunos viajeros les gusta tanto la isla que desearían no tener que abandonarla nunca.
Llegando en barco a Ometepe, se pueden observar los dos volcanes humeantes emergiendo de las aguas del lago. Este paisaje hace presagiar que nos aproximamos a un lugar mágico. Y vaya si lo es...
Uno de mis lugares favoritos es el Ojo de Agua. Se trata de una piscina de roca volcánica alimentada por las aguas que emergen de la fuente. “Claro como el agua de roca", esa es la definición y descripción más precisa de este estanque. Está rodeado de una densa vegetación, mientras que el resto de la isla es más bien árido. El contraste es asombroso. Para mí, es un pequeño pedazo del paraíso.