
Austria disfruta de un clima tanto continental como alpino. Para visitar este país de Europa central, elige la temporada que mejor se adapte a tus deseos.
En julio y agosto, el buen tiempo y las agradables temperaturas permiten combinar visitas culturales y senderismo durante unas vacaciones con niños en Austria. En invierno, los mercados navideños, especialmente el de Viena, son particularmente mágicos cada día de la semana. Durante las vacaciones de invierno, las estaciones de esquí del país se llenan. Como alternativa más tranquila, Austria también es un destino para los amantes del esquí de fondo.
Durante las vacaciones de Pascua, cuando los narcisos florecen en los prados, aprovecha el clima fresco para salir en bicicleta o hacer senderismo. En otoño, Austria es el destino perfecto para los amantes de la buena comida, grandes y pequeños. El Tirol organiza en estos días muchos eventos festivos relacionados con los productos de temporada y las especialidades locales. ¡Sigue las recomendaciones de tu agencia local para conocer este país en familia!