Esta excursión por el Río Grande me pareció agradable y original, distinta al típico relax en la playa. Negocié un descuento para dos personas con todo incluido en Port Antonio y nos unimos a un grupo en coche a lo largo del río. El río es magnífico, con un azul límpido muy claro. Los paisajes del interior, en mitad de la jungla, son preciosos y muy tranquilos.
Sin embargo, creo que es un poco exagerado llamar a eso "rafting". Era más bien un paseo por el río en una balsa de bambú tradicional, que podía hacerse en familia sin ningún problema. Al avanzar en silencio, podían observarse un montón de pájaros sin asustarlos.
Vimos a unas mujeres lavando la ropa a orillas del Río Grande y a unos rastas pescando tranquilamente. También pasamos por bares flotantes donde pudimos comprar refrescos. Cuando hacía demasiado calor, nos parábamos a nadar. Fue una experiencia muy relajante que me encantó.