Como numerosas ciudades de Nicaragua, Masaya es muy agradable. Nos gustó pasear por el parque central hasta el mirador que ofrece una vista despejada de la laguna del mismo nombre. Al volcán Masaya situado en una caldera también se puede acceder desde la ciudad. Es imposible acercarse al cráter desde más cerca y sentir el humo que escapa de este monstruo ardiente. Es impresionante pero eso no parece asustar a los muchos pequeños papagayos verdes que han establecido allí su domicilio.
No hay dudas, las formaciones volcánicas se encuentran entre los paisajes más bellos del mundo. Masaya también es un lugar interesante para comprender la artesanía nicaragüense así como las tradiciones patronales. Te aconsejamos especialmente las de San Jerónimo.