Algunas cifras
En tu viaje a Nicaragua no tardarás en darte cuenta de que se trata de en un país verdaderamente pobre. De hecho, es el más pobre de América Central y uno de los más pobres de todo el hemisferio norte. Las últimas estadísticas oficiales estiman que el 50% de la población de Nicaragua está en el paro. El PIB por habitante es de apenas 770 $ (680 €) al año y las desigualdades entre los más ricos y los más pobres siguen aumentando peligrosamente. Como ocurre en la mayoría de países pobres, los ricos son cada vez más ricos, mientras que los pobres son cada vez más pobres. A pesar de crecer a un ritmo del 2% y de las ayudas internacionales, que equivalen al 25% del PIB, el país se mantiene a flote a duras penas. Al menos hay una pequeña luz para la esperanza: el número de personas que viven bajo el umbral de la pobreza se ha reducido ligeramente en los últimos años. Pero una buena noticia suele ir acompañada de otra mala, en este caso, que el déficit exterior asciende a casi un 40% del PIB.
Los diferentes sectores
Hasta hace unos años, el sector agrícola era el que creaba más puestos de trabajo en el país, actualmente aún sigue dando empleo al 33% de la población. La producción se centra sobre todo en el té, el café, el arroz, el maíz, la mandioca, el tabaco, el algodón, la caña de azúcar, los frijoles y otras frutas, como los cítricos y los plátanos. Por su parte, el sector agrícola se basa principalmente en la producción de madera y la ganadería bovina. El sector pesquero se concentra sobre todo en la pesca de la langosta y los camarones.
El sector industrial aporta una contribución al PIB de casi el 25%. Se articula sobre todo en torno al azúcar, los cigarros, los puros, la industria textil y todo lo relativo a los hidrocarburos, el cemento y los productos plásticos y químicos. El subsuelo minero de Nicaragua es rico en cobre, plata y oro.
