Me encantó Raiatea, ¡me habría quedado unos meses, si no unos años! Se la recomiendo a todos los viajeros que pasen unas vacaciones en la Polinesia, ¡quedaos en esta isla como mínimo una semana!
Raiatea es una isla muy particular: no tiene ni una sola playa de arena. Sin embargo, tiene unos sitios increíbles para hacer paseos en barca o en canoa. De esta forma podrás llegar hasta los motus, bañarte en jardines de coral idílicos o hacer picnics en los bancos de arena que hay desperdigados, perdidos en mitad del océano. ¡Ay, qué momentos más inolvidables!
Tampoco pueden faltar los paseos por tierra firme. Algunas cumbres superan los mil metros de altura y se ven unas panorámicas magníficas de toda la isla, del océano y del archipiélago de la Sociedad.