Maravilla absoluta, la pequeña ciudad es como un sueño con su viejo centro medieval del que emergen decenas de campanarios y otros edificios históricos magníficos. Rodeada por las montañas, dominada por una magnífica fortaleza y con innumerables y grandiosas plazas y palacios, Salzburgo ha sido bendecida por la naturaleza y eso es poco decir.
Pero Salzburgo no es solo belleza arquitectónica, es también la música, que atrae quizás tantos viajeros si no más. En primer lugar, Mozart, el niño de la ciudad, presente en todos los rincones, pero también la comedia musical ultra célebre en el mundo anglosajón, Sound of Music (Sonrisas y Lágrimas), que se desarrolla en Salzburgo.
Así pues, en resumen, si bien naturalmente encontré la ciudad magnífica, debo admitir que el número impresionante de turistas puede ser, a veces, agotador, así como la intensa campaña de venta en torno a Mozart y la comedia musical "Sonrisas y Lágrimas".
Durante mi viaje por Austria, me enamoré literalmente de esta ciudad de Europa del oeste. No soy la única, porque su casco antiguo está inscrito en la lista del patrimonio mundial de la UNESCO. Es difícil describir el sentimiento que me invadía mientras caminaba por entre sus antiguos edificios, al pie de la fortaleza de Hohensalburg, descubriendo sus calles adoquinadas, o incluso atravesando el río Salzach que divide esta magnífica ciudad donde todo lleva la efigie del compositor, emblema de Salzburgo. Me habría gustado visitarla en invierno, me parece que el ambiente debe ser entonces aun más pintoresco.
Esta pequeña ciudad rodeada de montañas nevadas es muy hermosa, ¡pero también es muy cara! Tienes que saber que Salzburgo no está hecha para los pequeños presupuestos, todo tiene precios exorbitantes.