Ouidah es el lugar simbólico de la trata de esclavos en la región, la Ruta de los Esclavos está impregnada de historia. Con una extensión de 3,5 km, puede recorrerse con un guía que te contará la historia de los esclavos y que te llevará frente al monumento dedicado a su memoria: la puerta del no retorno. Atravesamos pequeñas y encantadoras aldeas, el paseo es agradable a pesar del peso triste de la historia. La playa de Ouidah tiene chozas de paja donde podrás comer y refrescarte. Cerca de la puerta del no retorno hay pequeñas tiendas de recuerdos. Si deseas más tranquilidad, es fácil alejarse y encontrar una playa desierta.
El Templo de las Pitones es minúsculo y a menos que tengas el deseo de llevar una pitón, no hay nada de extraordinario en este templo. El guía se concentra en las fotos que debemos tomar con la pitón pero proporciona poca información real.
Estuve en el bosque sagrado Kpassé (nombre del rey, fundador de Ouidah) y este parque es un lugar agradable para quien busca la serenidad, la calma y la meditación. Hay varias estatuillas aquí y allá y un árbol sagrado, muy alto, verdadero lugar de culto para la gente de Benin. Este parque no es muy grande pero me pareció que el paseo fue muy agradable.
Ouidah es una ciudad ideal durante un viaje en familia, estarás satisfecho tanto a nivel cultural como a nivel humano. Los guías animan esta ciudad con gran calidad y para todas las edades.
Desde Cotonou fui con mis amigos a pasar una jornada en Ouidah, siguiendo el camino de la pesca junto al océano. Ouidah fue uno de los principales puertos de tránsito de esclavos. Me acerqué a la puerta de no retorno en memoria al período de la esclavitud. En sentido inverso, tomé el antiguo camino por el que iban los esclavos desde la plaza en la que eran vendidos, bordeada por varias esculturas.
Comí en un restaurante a orillas del mar, la costa pesquera, para disfrutar de una lubina a la plancha, un pirón rojo (pasta) y alocos (plátanos). Delicioso.
Pero Ouidah es también uno de los lugares tradicionales del vudú. El bosque sagrado estaba cerrado (en la noche) pero el templo vudú de las Pitones seguía abierto (abstenerse quienes tengan fobia a las serpientes). Muy interesante para entender mejor la historia, la cultura, los sacrificios y el culto vudú. Con mucho misterio, el guía no responde a todas las preguntas sobre esta práctica.