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La Plaza Mayor, el Palacio Real, el Museo del Prado y el Reina Sofía: a pesar de que Madrid no es la ciudad más bonita de España, es el hogar de algunos sitios turísticos y culturales excepcionales.

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Para descubrir la capital española en su mejor momento, empecé mi viaje por el Madrid de los Austrias, es decir, el Madrid histórico. La Plaza Mayor es, sin duda, el corazón del Madrid de los Austrias, con su arquitectura a la vez sobria y majestuoso, con las torres y grandes arcadas alrededor de la estatua ecuestre de Felipe III. Afortunadamente, en esta plaza ya no hay ejecuciones públicas ni quemas, y esta plaza rectangular, diseñada en el siglo XVII, sigue estando de vibrante actualidad. Estuve a punto de perdérmela ya que estaba llena de gente y me resultó algo agobiante: la Plaza Villa, a la que se llega por la Calle Mayor, que fue hasta hace la sede del Ayuntamiento. Reúne tres edificios con diferentes estilos. Uno de ellos es una torre de ladrillo que sirvió de cárcel a Francisco después de su derrota en Pavía. Por último, en un efecto de contraste, la calle Mayor conduce a un triplete monumental: el Palacio Real, la Catedral de la Almudena y la Plaza de Armas. El palacio ya no está habitado por los monarcas de España, pero esta extraordinaria residencia no ha perdido sus atributos reales. Me quedé literalmente deslumbrado por el oro de la sala del trono. Frescos, cuadros de Goya, una colección de instrumentos de cuerda firmados por Stradivarius: el Palacio Real, que domina gran parte de los suburbios, fácilmente compite con otras capitales reales europeas. Madrid también fue hace no tanto tiempo el hogar de la Movida y, como tal, sigue siendo una ciudad con una intensa vida nocturna. A pesar de la crisis, los madrileños no han perdido sus buenas costumbres y se reúnen por las noches en los bares y las terrazas. En realidad, hay muchas maneras de disfrutar de la vida en Madrid: el parque del Buen Retiro, donde me paseé una tarde, ideal para las familias; el barrio de La Latina y la Gran Vía, con sus bares de tapas...  Obviamente, un fin de semana en Madrid sin pasar por el Museo del Prado y el Reina Sofía sería impensable. Soy bastante poco experto en pintura, pero el Dos de mayo, de Goya, y el Guernica de Picasso, me llevaron a una resolución: leer "Historia del arte para principiantes". Un <a href="/espana/">viaje a España</a> nunca es malo para tu cultura general.

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