Ubicada a 450 km de Madrid, Pamplona es la capital de Navarra y es mundialmente famosa por sus fabulosas fiestas de San Fermín.
Aconsejo:
Te recomiendo que visites Pamplona en julio, durante la semana de San Fermín, unas fiestas realmente locas.
Mi opinión
Es evidente que Pamplona es una ciudad con dos caras. Un poco navarra, un poco vasca, está la Pamplona festiva y la Pamplona de todos los días, te ofrecerá una cara diferente en función de la época del año en la que organices tu viaje por España.
Durante cualquier periodo del año, una visita a Pamplona es una ocasión ideal para descubrir sus museos, su catedral y su agradable ambiente. Basta con que pongas un pie en la puerta de uno de sus numerosos bares, apoyes el codo en la barra y degustes unas tapas con un vaso de pacharán en la mano.
La presentación de la Pamplona “edulcorada” ya está hecha, hablemos ahora de cosas serias, de la Pamplona más loca, desenfrenada e irracional: las fiestas de San Fermín. Durante una semana, la ciudad vive al ritmo frenético de unas fiestas conocidas en el mundo entero. Una densa muchedumbre vestida de blanco y rojo se amontona en los bares y las calles y asiste a conciertos, encierros, corridas... ¡Jamás en mi vida he vivido nada tan loco! Y lo digo en el mejor sentido de la palabra. Durante esta semana es absolutamente impensable ir a la ciudad en coche. Lo mejor es aparcarlo bien lejos (o incluso dejarlo en el garaje de tu casa) y optar por el autobús. Hay autobuses a todas horas desde las localidades más cercanas.
