Mauricio, la isla caleidoscopio
De la mezcla nace la armonía
En Isla Mauricio, cada pueblo, cada mercado, cada callejuela respira el aroma de las tradiciones criollas, africanas, indias y chinas. Déjate llevar por los ritmos hipnóticos del séga, el aroma embriagador de las especias traídas de Asia y África, y los colores vibrantes de los templos hindúes. La cultura mestiza de Mauricio es un regalo que sus habitantes te ofrecen con una sonrisa.
Con los colores del océano Índico
El azul turquesa de la laguna de Blue Bay, el blanco dorado de la arena de la Isla de los Ciervos, el verde exuberante de la Reserva del Río Negro, el delicado coral de los arrecifes o la terracota volcánico de Chamarel: ningún color falta en la paleta de Mauricio. Es como entrar en una postal, un paraíso terrenal donde todo es más bello, más luminoso, más vibrante.
De un ritmo a otro
Una estancia en Mauricio se vive al compás pausado del mar y la música criolla. Relájate mientras te dejas deslizar por el manglar o remojas los pies en las aguas cristalinas de Flic en Flac. O actívate mientras regateas en rupias mauricianas en los mercados locales o compartes un momento especial en la mesa de un mauriciano.
Un viaje más responsable en Mauricio
Para un viaje responsable en Mauricio, elige proveedores que respeten el medio ambiente y la cultura local, que han sido seleccionados precisamente por ello. Para las salidas al mar, prioriza los grupos pequeños y nunca toques los corales al explorar la laguna de Flic en Flac o las aguas protegidas de Blue Bay.
En tierra, disfruta de caminatas en el parque nacional de las Gargantas del Río Negro, accesible en autobús, o del kayak para descubrir el manglar de Mahébourg. Muchas asociaciones locales ofrecen visitas guiadas para concienciar a los viajeros sobre la preservación de la isla y sus tesoros.