Trou-d’Eau-Douce es un pueblo pesquero al este de la isla. Es fascinante, por la belleza de sus callejuelas, sus chabolas de chapa, su playa y, por supuesto, sus habitantes. Descubrí Trou d'Eau Douce cuando salía a una sesión de "fotografía callejera" con un amigo. Es un pueblo pequeño y tranquilo, animado por las salidas y llegadas de los pequeños barcos hacia y desde la Isla de los Ciervos.
Las playas de Isla Mauricio son todas hermosas, pero lo que más me encantó fueron las callejuelas de Trou d'Eau Douce. Una gran iglesia aquí... una pequeña terraza del restaurante por allá... y sobre todo, esa casa que da la impresión de estar en un juego de cartas, o de ser una escena de Alicia en el país de las maravillas...
A quienes seáis más playeros, os recomiendo Trou d'Eau Douce y pasear por los rincones de Isla Mauricio. El riesgo de perderse es mínimo: seguramente encontraréis a cualquier habitante que os indicará el camino.