En el extremo sur de Tierra Grande, la región de Prony muestra una de las muchas facetas del archipiélago de Nueva Caledonia. La de una tierra roja, con bosques de un verde fluorescente y ríos tan azules... que sin duda alguna dejarán encantados a los amantes de las caminatas.
Para mí lo mejor es tomar el GR1 por la carretera, y después caminar unas cuantas horas hasta Prony. Por el camino podrás refrescarte en una multitud de cuencas de agua siempre que quieras. El paseo se termina bordeando el mar. Aquí nos sentimos como verdaderos exploradores, a lo largo de las playas salvajes, apartando telas de araña, balanceándonos de liana en liana, o acercándonos (aunque son pequeñas) a las plantas carnívoras...
Finalmente aparece Prony, una aldea fantasma que alberga los restos de una prisión.
Me gustó mucho la región de Prony porque uno se siente muy aislado. Esta zona minera está poco desarrollada y el entorno tiene un difícil acceso. Lo que hace la aventura más interesante. El rojo de la tierra contrasta con el verde de la vegetación. Algo muy original debido a la composición del suelo y a que cada especie es un descubrimiento nuevo y un pretexto para tomar una foto.
El paseo por el GR NC1 me pareció impresionante, con sus hermosas vistas de la bahía, los pinos y la travesía cruzando los montes llenos de arañas (sic para algunos). Las higueras que cubren los muros del antiguo presidio le dan un poco el aspecto de Siem Riep a lo lejos, a pequeña escala claro está.
A lo largo de tu circuito por Nueva Caledonia, un recorrido por el sur y Prony será una buena forma de descubrir todos los secretos de la isla.