Para descubrir esta hermosa bahía, situada en laisla de los Pinos, deberás embarcar en la piragua de un pescador Kunié.
En un agua turquesa, el ballet de velas blancas, que se dejan llevar por el viento, es verdaderamente magnífico. Sentado en un flotador colorido, tendrás tiempo de observar las sombras de animales marinos que pasan por el agua: rayas, tortugas y ¡delfines para los más afortunados! Detente también un tiempo en las rocas de coral que hacen de la bahía de Upi una bahía de Halong en versión miniatura.
Atracarás a continuación en una larga playa desierta, bordeada de pinos del género araucaria. Cuidado al descender, sobre todo si tienes una cámara de fotos, ¡se resbala! Después hay que adentrarse en el bosque y tomar un camino que lleva a la piscina natural... otro sitio imprescindible en un viaje por Nueva Caledonia.