El gobierno secular ampara todas las religiones, pero a pesar de esto, algunas prácticas religiosas en Ucrania siguen siendo objeto de disputas y conflictos. Un paseo por la diversidad religiosa característica de esta tierra.
Una mayoría dividida
La cristianización de Ucrania tuvo lugar en el siglo X con la anexión al Imperio Bizantino. Desde ese momento, la rama ortodoxa del cristianismo ha representado la mayoría. Esto se explica por la dominación rusa, casi constante. La realidad sobre el terreno es un poco más compleja, y hay rivalidades dentro de la misma iglesia ortodoxa que se originan del deseo de superar esta omnipresencia de Rusia. Así, Ucrania tiene una iglesia ortodoxa dependiente de Moscú y otra conectada a Kiev. Durante tu viaje a Ucrania, no dejes de visitar las iglesias de la capital. Estas tensiones entre las iglesias ilustran perfectamente la ambigüedad de la historia de Ucrania, siempre dividida en dos. Estas disputas han ocasionado, en parte, la diversidad religiosa que existe en el país.
En las regiones más occidentales, predomina la influencia de la iglesia católica. Muy atacada durante el régimen comunista, exige hoy en día la restitución de los bienes confiscados. También hay divisiones entre la iglesia greco-católica ucraniana católica y la iglesia latina, pero estas relaciones son más o menos pacíficas.
Las minorías
Las religiones minoritarias en Ucrania dan fe de la enorme diversidad religiosa del país. Son muchísimas y llenan el paisaje urbano de santuarios y lugares de culto, que podrás admirar durante tu estancia en Ucrania. En primer lugar, tenemos la comunidad judía, que antes de la Segunda Guerra Mundial era la quinta comunidad judía más importante del mundo. También están los musulmanes, presentes en Crimea, y los protestantes, cuyo número va en aumento. Aunque Ucrania parece un país muy creyente, hay poca práctica religiosa. Un 10% de la población sigue creencias paganas, budistas y otras.
