El golfo de Porto alberga un pequeño puerto encantador. No es nada excepcional, pero este lugar es un sitio agradable por el que pasear. Puedes comerte un helado al final del día acompañado de un gecko, algo que te transmitirá la sensación de plenitud que experimento yo cuando pienso en el golfo de Porto.
Lo más llamativo del lugar es la torre genovesa. Esta torre se encuentra encima de la formación rocosa que domina el puerto. La torre se encuentra a 45 metros de altitud y domina todo Porto. Te recomiendo que visites el puerto de Porto por la noche, para que puedas ver la torre iluminada. Es una escena sensacional.
Puedes hacer más interesante tu visita al golfo de Porto yendo a descubrir las calas de Piana, la reserva de Scandola o Girolata, y así completarás tu visita a los lugares que la Unesco ha declarado Patrimonio de la Humanidad.