El hotel Burj Al-Arab, con forma de vela constituye actualmente uno de los símbolos más emblemáticos de la lujosa ciudad de Dubái. Este hotel se encuentra instalado en una isla artificial y resulta visible desde la playa de Jumeira, al nordeste del edificio.
Por el contrario, para poder admirar el lujoso interior de Burj Al-Arab, resulta imprescindible contar con el privilegio de haber reservado una habitación de hotel o un espacio para beber té. Esta reserva debe hacerse algunos meses por adelantado y el té cuesta al menos 50 € por unidad.
El establecimiento procura ofrecer un entorno apacible para los clientes privilegiados, quienes quedan separados de los turistas de paso. Recomiendo admirar el exterior de este edificio a tu paso por la playa Jumeirah (tanto de día como de noche). Lo mejor es no detenerse demasiado aquí y poder visitar otros edificios como Burj khalifa, la torre más alta del mundo.